Comida rápida vs Comida basura

“La comida no es un premio ni un castigo, alimentarse es una necesidad, por eso hay que educar en que con la comida no se juega”

En este post, sólo pretendo plantear estrategias sistemáticas educacionales, tanto en desarrollo como en contenidos, siempre pensando en el aprendizaje de la población o en que sirva para repaso temático del colectivo enfermero.

Cuando se habla de comida rápida (fast food) instintivamente se une a comida basura (junk food), pero no es necesariamente un concepto similar. Actualmente, existe en el mercado una gran oferta de artículos de preparación rápida que son perfectamente sanos. Las comidas rápidas han dejado atrás su imagen inicial de ser alimentos poco nutritivos y ricos en grasas y sal. La clave está en elegir los alimentos adecuados para conformar una dieta equilibrada.

Por eso ahora que en verano hay que seguir alimentándose equilibradamente pero con alimentos más fresco, menos complicados en la elaboración y en la ingesta, hay que saber que una selección adecuada de alimentos y una correcta frecuencia en el consumo, pueden hacer de una comida rápida una propuesta original, equilibrada y saludable.

Fast Food como comida basura. El extendido concepto Fast Food se identifica con un estilo de alimentación donde la preparación y el consumo son rápidos y habitualmente en establecimientos específicos y especializados. También puede incluirse en este concepto, los precocinados y/o ya elaborados que se ponen a la venta en tiendas o supermercados, que ya están listos para llevar a casa y consumir de inmediato. Dentro de este patrón alimentario observamos un tipo de comida que se ciñe casi exclusivamente a hamburguesas, salchichas, beicon, siempre con patatas fritas acompañadas de salsas diversas (mayonesa, mostaza, ketchup…).

El tipo de cocina que se utiliza se basa en frituras, rebozados, y precocinados congelados, en su mayoría utilizando aceites no recomendables, que abaratan costes. Todo el conjunto da como resultado una comida hipercalórica y de escaso valor nutricional, con exceso de sal y grasa saturada.

El contenido nutricional en la hamburguesa varía según sus ingredientes, aunque normalmente llevan exceso de grasa saturada. Los perritos calientes son un claro ejemplo de las muchas calorías que puede aportar una comida rápida en muy poca cantidad de alimento.

Hamburguesa, salchicha, pizza, como comida sana. Si por el contrario esos mismos alimentos se elaboran en casa, esa comida rápida puede ser equivalente a comida sana:

-Las hamburguesas industriales pasan unos controles de fabricación muy estrictos, pero nutricionalmente siempre será mejor comprar la mezcla de carne y que la piquen en la carnicería, igual que sucede con las albóndigas; luego en casa se preparan ambas en un momento.

-Las salchichas frescas y compradas en lugar de referencia y confianza, aportan más carne y menos grasa que las industriales tipo alemanas.

-La pizza hecha en casa, de manera que sobre una base (comercial) se añade poco queso y además no muy graso, y luego el relleno es de abundante carne de cualquier tipo, o pescado de cualquier tipo, todo ello con verduras variadas, puede resultar un plato único variado y completo.

Bocadillos sanos, bocadillos basura. Un bocadillo también es rápido y muy socorrido para alguna comida fuera de casa, pero dependiendo de cómo sean los ingredientes que se pongan en el pan, será sano o será basura para las arterias.
Cuando un bocadillo se rellena a base de salsas y carnes grasas o pescados rebozados, el bocadillo es basura. Pero un bocadillo de sardinas u otro pescado en conserva, siempre en aceite de oliva o girasol, hace que sea un bocadillo saludable.
O cuando es vegetal de varias hortalizas, aliñadas con aceite y huevo duro; o relleno de unas rodajas de tomate con aceite al que se le añade un buen jamón serrano o de york, o lomo plancha, o una tortilla de atún o el atún sólo,….. todo eso compone una comida completa y equilibrada.

Al hablar de bocadillos sanos o basura, también se incluyen los sándwiches y emparedados, según se siga la fórmula primera o la segunda.

Fast Food como comida sana. Este criterio sirve para la valoración de los platos combinados.

Pollo, pescado o carne magra, son más sanos si están preparados a la plancha o en parrilla o al vapor… De cualquier manera que no tenga mucho aporte de grasas. Eso acompañado de una ensalada de verduras o de diferentes hortalizas, aliñada con aceite, vinagre y poca sal, es un plato de verano rápido y equilibrado.

O una ensalada de legumbre con hortalizas, a la que se le añaden: dos huevos duros, o dos filetes de jamón cocido, o una pechuga a la plancha troceada, o una ración de queso fresco, o una lata de atún en aceite de oliva o girasol o al natural, o unas lascas de salmón ahumado, o una lata de sardinas o jurelillos, o lo que la imaginación dicte en ese momento, hace un plato único, sano y equilibrado.

Y qué decir de cualquier tipo de ensalada de pasta o de arroz o de legumbre o de hortalizas, a la que se le añade una salsa hecha con dos yogures, aceite y hierbas al gusto. Convierte ese plato en una comida de sibaritas, equilibrada y sana.
Con estas pinceladas quedan descritos conceptos de lo que son platos combinados sanos, pero que inmediatamente se convierten en platos combinados basura, si los componentes son altos en contenidos grasos.

Recomendación final. Por supuesto, que aunque ha quedado claro que la comida rápida puede ser sana o basura según los ingredientes, sí que el concepto de rápido se asocia más con comida fría o templada que en verano sienta bien.
Pero no abusar de esta comida rápida no caliente durante mucho tiempo seguido, máxime si es invierno. Lo ideal es que la dieta sea cocinada en casa a base de platos más elaborados, completos y sanos.

Siempre acompañando la buena alimentación, de una correcta hidratación y 3-4 piezas de fruta natural al día.
Y recuerda que “puede existir cuidados sin curación, pero no existirá curación sin cuidados”. (Madelaine Leinninger, dixit).

Marilourdes de Torres

Autor Marilourdes de Torres

Delegada de nutrición del CGE; coordinadora del CC de ADENYD, secretaria general de UESCE; pero sobre todo me considero ENFERMERA PRESCRIPTORA.

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