Elena y su melena: un cuento para la autoestima cuando el cáncer se lleva el pelo también

Uno de los momentos más brutales en el choque contra el cáncer es la pérdida del cabello, la alopecia. Y si digo choque, digo bien; es una contusión en todos los niveles: físico, psíquico, emocional. La alopecia sobrepasa el ámbito personal, el complejo y la vergüenza por causas estéticas y sociales. En el caso del cáncer infantil, puede ser aun más difícil de asimilar para los padres y familiares que para los propios niños. La alopecia es el estigma, es un símbolo. Muchos pacientes -la mayoría-, a causa de la alopecia no solo se ven calvos; también se ven “cancerosos”, enfermos, metidos de lleno, empapados de arenas movedizas, atrapados por el cáncer.

 Los beneficios de contar cuentos a los niños es un tema que, por fortuna, apenas es necesario seguir defendiendo. Está asumido e integrado por todos. Y si el cuento es en verso, los niños pueden memorizarlo, comprenderlo, saborearlo mucho mejor. El verso y la rima son trampas para el intelecto.

En este post traigo un cuento muy especial. Es especial para mí porque soy su autora. Y es muy especial para todos porque detrás de las voces de los pájaros hay profesionales que luchan a diario contra el cáncer desde hace años en el Institut Jules Bordet de Bruselas. Y porque trata la caída del pelo (efecto secundario de la quimioterapia y radioterapia). Puedo contaros muchos más temas que se abordan en esta historia, como lo lícito que es tener miedo y expresarlo; los momentos en los que nadie puede seguir adelante por ti, aunque quisieran con toda el alma; lo necesarias que son las fórmulas de palabras o que el niño nunca se quedará a solas contra el cáncer.

Elena, nuestra protagonista, tendrá que enfrentarse al conjuro de la Bruja y perder su hermosa melena para salvar a los niños de la aldea. Y la veremos sin su pelo, con una sonrisa luminosa y la naturalidad de quien lo acepta como parte de un proceso sanador. ¡Aun sin su pelo es muy bella!

Hoy no podemos hacer nada todavía para evitar que se caiga, pero sí podemos llevar fulares, pañuelos o gorros (y tatuajes para los mayores). Estas medidas, aunque reconfortantes e imprescindibles, no están completas si no las acompañamos de estados de ánimo y corrientes de fortaleza.

Comparto con vosotros mi propuesta. De momento solo está disponible en español en Apple y en Google Play como libro electrónico. Ojalá pueda estar en papel pronto y así hacérselo llegar a más niños y niñas que lo necesitan. Que sepan que la quimioterapia, pese a todo: la inmovilidad, el miedo, el temblor de piernas, a los niños ha salvado / y sabe que el pelo crece / más fuerte y, cierto, ¡más sano!

https://www.youtube.com/watch?v=DIIsD_0LcbY

 

 

Alicia Chamorro

Autor Alicia Chamorro

Alicia Chamorro García es enfermera. Durante varios años trabajó en el Hospital de oncología de Bruselas, el Institut Jules Bordet. Actualmente investiga sobre el impacto de la ficción en la enfermedad y al final de la vida en cuidados paliativos pediátricos. Fundadora de "Cuéntame algo que me reconforte". #CAQMR

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