La enfermería gana la madre de todas las batallas

En la Sanidad circula el dicho de que Máximo González Jurado puede perder batallas, pero al final gana todas las guerras. Así ha ocurrido siempre y así ha vuelto a suceder con la llamada prescripción enfermera, aunque ya no permanezca en su cargo. Después de años de palos en las ruedas colocados de forma torpe por la Organización Médica Colegial (OMC) que comandaba Juan José Rodríguez Sendín, conductas erráticas por parte de algunas autonomías, y vacilaciones y marchas atrás inexplicables por parte de las autoridades ministeriales, la norma que permitirá a las enfermeras dispensar productos de manera protocolizada en los dispositivos sanitarios ya cuenta el visto bueno oficial, tras un proceso que deja algunas enseñanzas muy interesantes.

La primera de todas es que Florentino Pérez Raya ha sabido dar un empujón decidido a la idea de su antecesor, logrando por la vía silenciosa lo que no consiguieron las estridencias ni los exabruptos más exacerbados. Con un perfil radicalmente distinto al de González Jurado, pero no por ello menos tenaz e insistente, el actual presidente del Consejo General de Colegios de Enfermería ha rematado la faena y ahora lleva camino también de ganarle la guerra a los farmacéuticos a cuenta de la dispensación domiciliaria de medicamentos que iba a impulsar Madrid.

La segunda lección que deja esta guerra de guerrillas sanitaria que se ha producido estos años es la de la vuelta a la sensatez de las corporaciones médicas. Si las principales sociedades de médicos de familia, Semergen y Semfyc, no veían conflicto de intereses ni usurpación de funciones en esta prescripción alternativa, ¿por qué se empeñó entonces Rodríguez Sendín en mantener sin sentido un pleito que, además, tarde o temprano iba a perder? Serafín Romero cree, con acierto, que la OMC ha de librar batallas en otras latitudes, aunque los colegios de médicos deberían aprovechar el desenlace de este absurdo enfrentamiento para replantearse sus estrategias y caminar en busca de la consecución de objetivos que frenen la grave pérdida de influencia que están sufriendo en la Sanidad sus representados. Si las enfermeras han logrado respaldo legal para su prescripción/dispensación, ¿qué no podrían conseguir los facultativos, bien organizados y cohesionados?

La tercera y no menos importante enseñanza es la de que el PSOE le ha ganado por la mano a un PP que estuvo timorato y tremendamente errático en la falsa pugna que había entre médicos y enfermeros. Alfonso Alonso, que tenía tics de buen ministro, se equivocó en cambio de cabo a rabo al dejar colgados a los enfermeros por miedo a unas protestas médicas que nunca iban a llegar a producirse. La ministra María Luisa Carcedo ha estado, desde luego, mucho más espabilada, granjeándose para su partido las simpatías de un colectivo profesional que llegó a echar pestes del PP.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué organización profesional con un poder creciente vive una soterrada guerra intestina para ver quién sucederá a su presidente?

¿Qué alto cargo del Ministerio goza de bastantes antipatías entre la industria farmacéutica? ¿Por qué?

¿Qué directivo de una multinacional farmacéutica teme que el Gobierno pose la mirada sobre los laboratorios para recabar ingresos con los que convencer a Bruselas de que España cumplirá el Pacto de Estabilidad en 2019?

¿En qué laboratorio se respira un pésimo ambiente que está llevando a muchos de sus trabajadores a buscar empleo en otras compañías?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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