La Sanidad revienta por las costuras

Los que me conocen saben que no soy precisamente un defensor de las escuelas de negocios. Considero que desde el púlpito de sus tribunas y seminarios, muchos profesores se limitan a engalanar con lenguaje científico y cuantiosos números conclusiones que resultan obvias para cualquier profano perteneciente al planeta tierra que tenga, eso sí, un mínimo de inteligencia, con el único objetivo de cautivar a alumnos y pagadores para la causa. De todos los estudios elaborados en los últimos dos años sobre la Sanidad española, hay uno, sin embargo, que creo que sí merece alabanzas.

Lo acaban de presentar Esade y Antares Consulting, y, a mi juicio, pone el dedo en la llaga porque cuantifica con precisión milimétrica la inyección extra que tendría que recibir el sistema para no reventar por las costuras: entre 32.000 y 48.000 millones de euros extra en 2025, hasta alcanzar la cifra final de 113.000 millones de euros, frente a los 64.883 millones presupuestados en la actualidad. La OCDE ya apuntaba antes que en 2040 el gasto sanitario en España absorberá todo el presupuesto público, como bien recuerdan Rafael Bengoa y Francisco Luzón, y ahora parece refrendarlo Esade.

Es cierto que la fecha expuesta por la escuela de negocios y la consultora parece lejana y que las visiones catastrofistas sobre la suficiencia financiera del modelo se han impuesto sobre las más optimistas a raíz del estallido de la crisis. Es posible también que finalmente la cantidad de recursos extra que se precise sea más reducida, y que con menos el sistema sanitario pueda hacer aún más, cuadrando un círculo imposible, pero todo apunta a que la necesidad de recursos será incluso mayor.

Aunque se ha dicho hasta la saciedad en todo tipo de foros y debates, conviene repetirlo. Mientras la fracción que los presupuestos destinan a la Sanidad apenas crece, España envejece y los policonsumidores de dispositivos asistenciales se multiplican. Por si fuera poco, las tecnologías y los medicamentos que llegan son cada vez más costosos.

Tras la eclosión de las nuevas terapias contra la hepatitis C, ha habido un parón en el desembarco de productos de gran consumo a precios elevados, pero a la vuelta de pocos años ingresarán en la farmacopea nuevos antitumorales y fármacos biológicos para combatir todo tipo de enfermedades complejas que mejoran las terapias ya existentes a precios bastante elevados. Basta acudir a cualquier congreso científico internacional para cerciorarse de ello. Las señales de lo que puede ocurrir a efectos financieros pueden apreciarse ya en forma de listas de espera, saturación de las urgencias, fuga de profesionales y retraso en la introducción en los hospitales de medicamentos y tecnología innovadores. La conclusión es que la encrucijada ya ha llegado y que no quedará más remedio que optar por el camino de la reforma. Sin ella, la sufrida Sanidad terminará estallando.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Qué alto cargo de una comunidad figura como perceptor de una cuantiosa retribución en los archivos de un observatorio sanitario venido a menos?

¿Qué novedoso sistema para resarcir daños sanitarios está a punto de implantar la Comunidad de Madrid?

¿Qué diputado del PP ha rechazado una importante oferta laboral procedente del sector? ¿Por qué motivo?

¿Qué gerente de un hospital de Madrid ha levantado en armas a sus subordinados por su autoritarismo y su afición a reprenderles a gritos?

¿Qué acuerdo va a firmarse entre una conocida fundación del sector y una patronal?

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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