Liderazgo y Burnout I

El cómo pueden llegar los profesionales de enfermería a una situación que desemboque en el burnout o incluso en sentir la insatisfacción laboral, nos puede ser explicado por estudios como el dirigido por Adams y colaboradores, donde se afirma que una de las causas del burnout y la insatisfacción laboral es debida al estrés y, éste a su vez genera burnout e insatisfacción laboral como consecuencia de: i) una mala gestión de la dirección. ii) los escasos recursos humanos para el desempeño de la actividad profesional, que se relaciona directamente con una elevada presión externa asistencial. iii) Sin olvidar la propia presión que se ejerce a sí mismo el profesional de enfermería sobre la baja calidad de cuidados prestados.

Desde luego, al revisar esta información, es sencillo que los profesionales puedan asimilar ésta con situaciones, relativamente habituales, que se dan en la práctica clínica diaria del profesional de enfermería ya sea en el área asistencial como de gestión. Atendiendo a estas características, se puede hacer un ejercicio de simplificación acerca de las formas principales de cómo aparece el burnout e incluso de cómo abordarlo para intentar minimizar su aparición: i) Una es clínica donde éste se considera un estado mental negativo que puede ser derivado del estrés, ii) y otra será psicosocial, donde se considera que el burnout es un proceso que nace y se desarrolla en base al entorno laboral, las características propias del individuo y que puede remitir dependiendo de los recursos que tenga el individuo y tipo de afrontamientos que sea capaz de hacer ante la situación.

Ahora bien, una vez que podemos inferir cómo surge el burnout y de que, en verdad, éste puede afectar a cualquier profesional, parece indispensable que tanto los profesionales como las instituciones donde éstos realizan sus funciones, conozcan cómo manejar las situaciones que pueden desembocar en la aparición del burnout. Y ¿cómo se haría? pues sencillamente proporcionando al profesional las herramientas y potenciando sus propios recursos, de modo que estos profesionales generasen entornos positivos de trabajo y ejerzan su influencia tanto a nivel de la reducción del estrés como a nivel psicosocial.

Continuando con este hilo de razonamiento, quiénes son los que mejor pueden generar entornos positivos, pues sin duda los profesionales de enfermería que desarrollan su actividad en el ámbito de la gestión porque éstos deben coordinar las acciones de otros profesionales de enfermería, por lo que se encuentran en el lugar ideal para aplicar estas acciones preventivas. Estos profesionales de enfermería con un rol gestor o de supervisión, deben actuar como líderes que creen un ambiente positivo donde el grupo conozca su misión y tenga depositada la confianza en el logro de las metas, dicho liderazgo implica asumir una gran carga y peso, tener muy claras la competencias a realizar, asumir las dificultades que sin duda aparecen casi a diario y plantear soluciones, todo esto conlleva que este tipo de profesional sea tolerante al estrés, rápido en la respuesta, que logre sobreponerse a las dificultades, resolviéndolas, sin perder el control, así como también actuar con mucha serenidad incluso en momentos de altísima tensión organizativa. Deben genera ambientes que potencien la satisfacción laboral y deben reducir, en la medida de lo posible, las circunstancias del estrés laboral.

En cuanto al liderazgo ejercido por los profesionales de enfermería en el ámbito de la gestión, debe ser inicialmente un liderazgo transformacional que se caracteriza por líderes que inspiran y estimulan a sus seguidores a obtener resultados espectaculares, mutando lentamente hacia un liderazgo laissez faire, es un tipo de liderazgo más liberal en que el líder «da un paso hacia atrás», «dejando hacer», de modo que serán los profesionales o el propio grupo de trabajo los que consensuan las acciones, objetivos a perseguir y la estrategia para cumplirlos.

Incidiendo en las herramientas que deben poseer aquellas personas que pueden crear entornos de trabajo donde se aleje el «fantasma» del burnout, se observa que el estilo de liderazgo sin duda es un factor clave a la hora de generar un ambiente laboral creativo, que genera motivación y potencia el desarrollo en los profesionales. Existen múltiples autores que muestran la correlación entre liderazgo, motivación, satisfacción laboral y productividad, por tanto parece lógico pensar que los líderes, en este caso los gestores enfermeros, necesitan gestionar convenientemente el estrés y el potenciar un buen clima laboral, así como unos óptimos niveles de bienestar en los trabajadores, previniendo así la aparición del síndrome de burnout.

La mayoría de los factores estresantes prevalentes en los profesionales de enfermería tienen que ver con los factores extrínsecos, relacionados con las condiciones de trabajo, como son: la gestión de los recursos humanos, la falta de autonomía en el trabajo, la supervisión y liderazgo, la comunicación e interrelaciones personales y el trabajo en equipo.

El trabajar para modificar positivamente estos factores, mejorarían la satisfacción laboral. Algunas acciones que puede llevar a cabo la dirección y supervisión de enfermería para mejorar estas condiciones serían: minimizar la burocracia, planificar adecuadamente con el objeto de reducir los imprevistos, identificar problemas y solucionarlos, pero la mayoría de ellas escapan a sus posibilidades de intervención (salario, políticas de empresa, entorno físico). Sin embargo son los factores intrínsecos, relacionados con el desarrollo profesional y personal, los que determinan la satisfacción laboral, y en nuestra opinión es a este nivel donde el papel de la supervisora adquiere especial relevancia, porque el apoyo social por parte de la supervisora juega un papel tanto preventivo como mediador allí donde los aspectos organizacionales no pueden ser modificados.

 

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