Los pagos por productividad se multiplicarán

Los pagos por productividad avanzan de forma inexorable dentro del Sistema Nacional de Salud. Tal vez su efecto apenas sea perceptible hoy, o durante el próximo ejercicio, pero la tendencia va por ahí y al cabo de unos años, lo que ahora resulta marginal constituirá la norma en parcelas como la remuneración de servicios y actividad que efectúa el financiador a los prestadores, las retribuciones de los profesionales sanitarios y la liquidación de los proveedores mediante fórmulas como las del riesgo compartido, consistentes en que a peor resultado, peor contraprestación económica.

Los signos de esta nueva época que llega son aún incipientes, aunque cada vez más abundantes en el ámbito de la Administración pública y en la esfera privada, y de ahí a que terminen generalizándose en la Sanidad va un paso. En materia salarial, por ejemplo, las patronales CEOE y Cepyme, y los sindicatos de clase están a punto de cerrar un acuerdo que vinculará una parte del alza retributiva de 2018 y 2019 a la consecución de una serie de objetivos que oscilan desde la marcha económica de la empresa hasta la reducción de las tasas de absentismo por Incapacidad Temporal (IT) de los empleados o la instauración de más flexibilidad horaria. En el sector público, el Ministerio de Hacienda y los sindicatos ligarán, si hay Presupuestos Generales este año, la mejora retributiva de los funcionarios a consecuciones tangibles de logros en función del servicio en el que desempeñen su labor.

Las retribuciones variables han acompañado de forma tímida desde hace años a la Sanidad y hoy son, probablemente, más numerosas que nunca. Pero seguirán la tónica general y se extenderán mucho más en los contratos de gestión de servicios y centros sanitarios mediante un efecto cascada que se inicia en la cúspide con las transferencias que efectúa la Administración a las comunidades a través de algunos fondos y que tiene continuación en otras políticas gubernamentales. Un ejemplo de ello es el reparto de premios a las autonomías por multiplicar el uso de genéricos que prepara la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad. Habrá, nadie lo dude, un antes y un después, y el carácter que revista esta retribución por logros mucho más intensa que la actual dependerá de numerosos factores como la capacidad de resistencia que muestren las organizaciones sindicales a la hora de las negociaciones laborales, de las presiones presupuestarias a las que sean sometidas las consejerías de Sanidad por sus homólogas de Hacienda, y de la formación y el grado de proximidad que muestren los gestores hacia la Sanidad. A gerentes más vinculados a las profesiones sanitarias por experiencia o currículum, menos probabilidades habrá de que el pago por resultados devenga en una mera práctica economicista dirigida sólo a lograr ahorros.

PREGUNTAS CON RESPUESTA

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Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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