¿Quién se encarga de la salud de la población?

En el post anterior nos paramos a pensar en el objeto del cuidado de las enfermeras; en esta ocasión, dada la rabiosa actualidad del tema nos detendremos en el sujeto encargado de la salud de la población, en quién. Decimos “rabiosa actualidad” porque este concepto se ha citado en la declaración que ha difundido la Organización Médica Colegial[1] (sea consciente o no) en relación a la gestión del medicamento. Como es nuestra intención aquí, pasamos a proteger una reflexión más imperecedera frente al momento tormentoso, con declaraciones y respuestas.

Para saber dónde se refiere a este concepto basten dos citas del texto:

Los médicos, como responsables principales de la salud de la población, manifestamos nuestra preocupación por la calidad de la asistencia y entendemos que la prescripción forma parte indisoluble del Acto Médico. [2]

[…]Incluso al permitir de forma autónoma a los enfermeros emitir órdenes de dispensación de medicamentos no sujetos a receta médica, sin prever límites o condición alguna, se pueden provocar graves riesgos […][3]

Comenzaremos poco reflexivos, una aseveración: la principal responsable de la salud de la población es la población, vale la redundancia.

Y un ejercicio de “transformismo” con la segunda frase: permitir de forma autónoma a los médicos emitir órdenes de dispensación de medicamentos no sujetos a receta médica, sin prever límites o condición alguna, no puede provocar riesgos.

Concedamos que esta trasformación no es una inferencia estricta de la original en base a sus presupuestos. Y aclaremos que tachamos la afirmación “no sujetos a receta médica” porque el médico no ha de tener límite en los medicamentos que puede prescribir. Pero algunos podríamos pensar –y pensamos– que el contenido de esa frase está en el inconsciente de quién escribe la original.

Aseveraremos, en relación a esto: ninguna profesión que se encargue de la salud de la población –ni nada que la ataña–puede actuar sin límite ni condición, no puede instituirse un sujeto profesional, político o social total, sin límites; límites que tiene hasta la propia población en su accionar político dentro de una democracia.

Suponemos que los dos comentarios anteriores son ciertos, y entonces las frases de la OMC se glosarían[4] como sigue: la medicina es la principal responsable de la salud de la población y no tiene límites ni condiciones en su acción prescriptora sobre dicha población, de la que se hace responsable.

Primero, se asigna ella misma la responsabilidad (de la salud de la población) porque en ese texto el único sujeto es el que firma, la Organización Médico Colegial. Podríamos lanzar una pregunta ¿quién le ha otorgado esa responsabilidad? La ley, según el texto, y entonces ¿por qué sale a discutir otra ley que le quita responsabilidades? En cualquier caso, el texto primero afirma que los médicos son los principales responsables de la salud y luego se apoya en una ley para descalificar otra. Parece que la OMC se ha dado la responsabilidad a sí misma para elegir que leyes son mejores y quién se encarga de la salud de la población. ¿Siempre serán las organizaciones médicas las que asignarán no solo las medicinas, también las responsabilidades y la corrección de las leyes?

¿Quién decide? ¿Quién es responsable? ¿Cuáles son sus límites? ¿Quién no puede serlo por ser “menor de edad” profesional? ¿Quién asigna las responsabilidades? Estas son las preguntas que abren el texto citado y quién lo escribe y firma. Preguntas por el sujeto.

Apuntaremos una cita algo oscura –si lo que ha venido hasta aquí no lo era suficientemente. Se trata de una cita del historiador y jesuita Michel de Certeau:

Una ciencia, para constituirse, debe hacer su duelo de la totalidad y de la realidad.[5]

La reflexión es: la realidad es siempre inasible, pero quién se cree dueño de la totalidad, se cree dueño de la realidad, las normas que la conforman y su constructor. No apelará más que a su autoridad trascendental para juzgar leyes y decisiones democráticas. Totalidad y totalitarismo están demasiado cerca, apenas unas letras las separan. Valga para todas las ciencias, la enfermera también. Como dice la compañera Alina en esta Bitácora Enfermera:

“enfermería como profesión no es un fenómeno aislado está inserta en el tejido social en un sistema abierto, con múltiples y complejas influencias sectoriales, institucionales, sociales e individuales que modelan la profesión.”[6]

Aquí una científica quién ya ha hecho su duelo de la totalidad y la realidad, que hace ciencia de y para la sociedad.

[1]http://www.medicosypacientes.com/articulos/archivos/imagenes/declaracionasambleacgcom.pdf

[2]http://www.medicosypacientes.com/articulos/archivos/imagenes/declaracionasambleacgcom.pdf

[3]http://www.medicosypacientes.com/articulos/archivos/imagenes/declaracionasambleacgcom.pdf

[4]Glosar según la RAE es: 1. Hacer, poner o escribir glosas; 3. Interpretar o tomar en mal sentido y con intención siniestra una palabra, una proposición o un acto. Y glosa sería 5. Variación que diestramente ejecuta el músico sobre unas mismas notas, pero sin sujetarse rigurosamente a ellas. No nos sujetamos a la literalidad.

[5]Certeau, M. de (2011). Historia y psicoanálisis. Universidad Iberoamericana, México, p.15.

[6] http://www.bitacoraenfermera.org/la-ambicion-de-reflexionar/

José David Sánchez Melero

Autor José David Sánchez Melero

Cuaderno de bitácora de un enfermero de primaria para preservar los pensamientos de las inclemencias del mar de información en el que la enfermería navega.

Leave a Comment