Subvertir el orden establecido

A lo largo de toda mi trayectoria periodística, he escrito o impulsado centenares de artículos sobre Salud y Sanidad dirigidos específicamente al colectivo médico y al sector del medicamento, y podría decirse que
otros muchos cientos, si no miles, destinados a la población general, esa masa a la que Ortega identificó con el especialista-bárbaro o el sabio-ignorante, y que hoy se funde en un crisol informe muy difícil de catalogar por medio de la palabra. Por eso y por algunas cosas más que callo, me resultó muy gratificante la llamada que un día no muy lejano recibí de Íñigo Lapetra, maestro de comunicadores en España y, sobre todo, ejemplo de bonhomía: «Queremos relanzar nuestra bitácora enfermera; ¿por qué no te incorporas a sus páginas electrónicas y escribes para estos maravillosos profesionales de la Sanidad con libertad absoluta, como ya has hecho para otros colectivos?», me dijo.

Dicho y hecho. Sin pensarlo apenas, ofrecí raudo el sí quiero como respuesta, y decidí lanzarme al ruedo de la enfermería no sin antes ponerme al Consejo que preside Máximo González Jurado por montera. «Si he escrito para médicos, el mundo del medicamento y el público general, logrando cierta aceptación a lo largo de mi trayectoria profesional, ¿por qué no he de hacerlo para esta profesión en auge y piedra angular de los grandes cambios que van a transformar la Sanidad en los próximos años?», me dije, convencido de que hacía bien en aceptar la petición de matrimonio. Aquellos polvos provocaron estos lodos y aquí me hallo hoy, enfrentándome a una página que pronto dejará de estar en blanco y que espero resulte interesante y muy seguida por los lectores.

Sí. La bitácora de la enfermería es la bitácora que seguirá la Sanidad, por mucho que algunos se esfuercen en poner piedras en el camino, y será un orgullo tomar parte en el mismo para echarlas a un lado. El proceso es equiparable al que ha experimentado durante los últimos años en España el periodismo sanitario, si se me permite la comparación. Traigo aquí a colación un hecho personal que espero sirva para ilustrar el ejemplo.

Cuando el periódico La Razón me encomendó hace algo así como 15 años poner en marcha un suplemento de salud, todos los productos similares que había en el mercado identificaban este área informativa con la enfermedad y su posible tratamiento; nosotros, optamos en cambio por ampliar el concepto: nuestro país envejecía de forma cada vez más saludable y las preocupaciones de la gente cambiaban. La información sobre salud se detenía en la enfermedad y tratamientos, sí, pero también daba paso a la vida sana, la comida saludable, los viajes contra el estrés y la preocupación por la sostenibilidad medioambiental. Esta amplitud de miras permitió al suplemento A tu salud consolidarse mientras los rivales del mercado sucumbían, y hoy domina con solvencia el hueco que hay en el mercado. Si la información sobre salud ha pasado a ser una información sobre vida saludable, la Sanidad en España va a dejar de ser sólo un mundo basado en el hospitalocentrismo, en el que el médico es el jerarca y los demás profesionales los súbditos. Miles de pacientes necesitan pasar por los centros sanitarios, desde luego, pero otros muchos tendrán que desviarse a otro tipo de dispositivos porque la dolencia que padecen no aconseja recalar en el hospital. La dependencia se abre paso en la Sanidad y la enfermería es tan importante en este nuevo sistema como la información sobre vida sana para los lectores de mi suplemento. De este proceso de cambio y de la nueva Sanidad que está llamando a las puertas versará este espacio electrónico que el Consejo ha tenido a bien darme. En él no habrá medias tintas ni discursos manidos. Tampoco discursos políticamente correctos ni genuflexos con el orden establecido. Será un espacio de subversión porque la Sanidad requiere de un cambio que no puede esperar más.

Sergio Alonso

Autor Sergio Alonso

Fundador y director del suplemento A tu salud del diario LA RAZÓN

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