Y llegó el verano…

Sí llegó el verano, 21 de junio de 2016 y como en junio de 2015 y así sucesivamente. Es cíclico, son las estaciones y, por supuesto, como todos los años es esperado, significa que vendrá el calor, las vacaciones y las tertulias al fresco en las terrazas o en el jardín de nuestra casa. Con suerte nos relajaremos hablando de la Eurocopa, de las vacaciones, de la visita de Obama y de los pactos postelectorales, bueno esto último relaja poco.

Es que este verano trajo las segundas elecciones en menos de un año. Todos los partidos políticos dicen que no puede haber otras elecciones y acto seguido todos dicen que votarán no a la investidura de Rajoy. Pues bien, eso nos llevaría a otras elecciones en otoño. Si Aristóteles levantara la cabeza les diría a nuestros políticos: “Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla.” Es que no entendemos nada, será que no piensan como sabios y que hablan como necios.

En las urnas se les ha pedido a los partidos políticos, y por ende a los políticos que los dirigen, que debe haber un cambio en las políticas que han tenido hasta ahora. Y se les ha pedido, a mi modo de ver, que sean honestos con los ciudadanos, que lleguen a acuerdos en los que haya cambios. Se está pidiendo que el eje de las políticas sean las personas. Los que lo están pasando mal quieren trabajar, mantener a sus familias, pagar sus hipotecas, evitar el desahucio, pagar el recibo de la luz y el teléfono, conseguir una beca, aprobar una oposición, conseguir una ayuda efectiva a la dependencia o la tarjeta de residente, etc., es decir, tener un futuro menos incierto y tortuoso.

Los que no lo están pasando tan mal quieren que se les atiendan en sus reivindicaciones pendientes, que se resuelvan las reválidas o se mejoren las ayudas a la investigación y a la cultura o que se llegue a un pacto sobre las pensiones. Pero también que se dimensionen mejor las plantillas de los hospitales o se derogue el decreto de prescripción, por poner un ejemplo enfermero. Son las pequeñas cosas las que se deben abordar en una legislatura que debe estar plagada de pactos.

Sin embargo llegó el verano y el calor hace mella en las cabezas y nuestros políticos buscan las estrategias de partido por encima del beneficio de las personas, las que convivimos con nuestros pequeños o grandes problemas, pero a las que, si no cambian las cosas, se obligará a decidir con su voto, no lo que queremos las personas, sino lo que quieren los partidos.

Fidel Rodríguez Rodríguez

Autor Fidel Rodríguez Rodríguez

Expresidente del Colegio de Enfermería de Ávila y analista de la profesión con una crítica sincera, desde la vertiente sanitaria y universitaria

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